La verdad es que tenía unas cuantas ideas para contar y empezar a construir este blog, pero creo que hoy no es el día más adecuado.
Ayer comencé mi turno de noches y al levantarme a las 2 del mediodía me he encontrado con un nuevo asesinato de ETA.
El ritmo pausado de ir punteando teclas en una pantalla táctil de una pequeña consola hace que medite con rabia contenida sobre la sinrazón de estos actos.
Cuando era pequeño no llegabamos a entender qué pasaba. Sentíamos un miedo ante algo desconocido, ante estos "hombres malos" que incluso habían llegado a llevarse la vida de niños como nosotros. Nuestros mayores nos advertían de que no se nos ocurriera coger ni tocar ninguna bolsa o paquete que nos encontráramos por la calle...
Más de 30 años después la situación no ha mejorado y lo que es peor, sigo sin comprender qué lleva a una persona a adueñarse vilmente de la vida ajena.
No hay mucho que explicar; todo se comprende desde la cobardía de estar agazapado, al acecho y ataque por la espalda de una persona totalmente indefensa.
A veces da la impresión de estar dentro de una película, pero por eso debemos reaccionar continuamente, para no dejarnos llevar por nuestra mente olvidadiza.
El mejor homenaje que podemos hacer a estos héroes injustamente desaparecidos no es otro que el recuerdo constante.
Descanse en paz Ignacio Uría
jueves, 4 de diciembre de 2008
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