Una gran traca de sonido acompasado al ritmo de unas músicas marciales de inspiración militar-festiva.
Sí, nuestra amada ciudad celebra como cada 20 de enero las fiestas locales entre fastos, fastuosas comilonas y fastidiosa lluvia.
¿Qué celebramos?. Nos podemos remontar a varios siglos atrás para saber el origen de semejante estruendo de tambores, que incluso fueron acompañados por atabales en las postrimerías del siglo de oro.
Los más bromistas indican la posibilidad del origen de la ciudad en las pequeñas comunidades de homo antecessor que poblaban estas tierras. Por lo visto uno se cabreó con otro por una pata de jabalí, y le espetó: "¡A que te doy una Donostia!" (lo siento, sólo puedo con los tacos mejicanos o los del billar).
Algunos más sofisticados explican que si separamos las letras y las agrupamos, hallaremos la solución al origen del nombre:
- DON: igual que Don Carlos o Don Simón
- OST: que en inglés significa Original Soundtrack, es decir, la banda sonora que acompaña a las imágenes de una película.
- IA: por lo visto es el satélite gemelo de IO, luna de Júpiter.
Pero fuera de esas boutades, han surgido importantes teorías después de un concienzudo análisis de los restos arqueológicos.
Algunos hablan de un posible origen romano de la palabra, a semejanza de la ciudad de Ostia en Italia.
Otros hablan incluso de su relación con la música sacra. Sabiendo que la nota "Do" antes se llamaba "Ut" y que "NOS" significa "nosotros" se habla de una composición que el monje Vinicius (de "Vino viciosus") compuso para su tía. Esta partitura perdida se llamaría "NOS UT TIA", algo así como "Nosotros damos el do a la tía", claro está que en latín macarrónico al dente.
Más plausible, si cabe, es lo referido a la invasión vikinga que sufrío la península ibérica desde la Torre de Hércules hasta el Cabo de Gata.
Los vikingos, al asentarse en nuestras tierras, acabaron creando nuevos dioses por influencia de los vascones. Así, en vez de venerar a Odín, empezaron a venerar a Odón. Y de aquí al nombre de la ciudad queda poco para la imaginación:
DONO: de Odón, o quizás de Odono.
STIA: de un famoso bardo vikingo de apodo Stinga que a veces se hacía acompañar de otros dos en un grupo llamado POLIS, de influencia griega.
Por cierto, que otro producto vikingo que se desrrolló con el I+D+i vasco en honor de tal dios fueron los "edrodones nórdicos"


Dicen que estos mismos vikingos en sus juergas o correrías golpeaban las kupelas de los caseríos con sus hachas con ánimo de bendecir la sagrada bebida de los dioses, fabricada en su mayoría con los métodos ancestrales del noble héroe mítico SGAARD, y llamada SAGARDOA en su honor.
Esto fue imitado por los chiquillos del lugar, que usaban pequeñas barricas o toneles de esa misma Sagardoa (sidra en castellano) o txakoli, otra bebida que también tiene su larga historia y que otra vez contaremos.
También es bastante aceptada la teoría de que no se adjudicó ningún nombre a la ciudad hasta que la pequeña población donó al mundo entero a uno de los primeros conquistadores de las Américas, Patxi de Orellana. De cuatro mesones y fondas pasó a ser tenida en cuenta por cualquier peregrino que se preciara de haber recorrido las tierras más ignotas.
En su honor, en el de Patxi de Orellana, en 1498 los Reyes Católicos decidieron bautizar a la pequeña población con el nombre de "La donosa", por su gracia o donaire, y encomendada al santo San Sebastián (este segundo apelativo debido a las competiciones de tiro con arco que se mantuvieron durante bastantes años y entre las que participaron personajes tan interesantes como Guillermo Tellmewhy, Flecha Negratinada, Robin Hoodini, La Saeta Rubiabienfresquita, ...
Fuera como fuera el origen de Donostitown, lo que sí está fechado con rigurosa exactitud es la llegada de los franceses e ingleses para participar en unos campeonatos de fútbol a tres que se celebraban con asiduidad en nuestra pequeña villa.
Parece ser que a comienzos del siglo XIX unas pequeñas discusiones acaloradas entre varios futbolistas por unas duras entradas en el terreno de juego propiciaron el incendio fortuito del casco antiguo de la ciudad, que por aquel entonces era el único casco que había.
Que si uno decidió meter pólvora en un balón o que si otro hizo un cóctel Napoletov con su botella de aguamiel, el caso es que una pequeña fuente de llamas empezó a consumir unas ropas colgadas de la ventana de una casa, y de ahí al incendio total (o casi) sólo hubo un paso.
Se dio la casualidad de que era sábado y todo el mundo andaba de juerga por las estrechas calles de la ciudad, así que poco hicieron al ver el fuego, pensando en sus ánimos etílicos que todo era una pesada broma de Artificieux, lugareño de origen francés que mantenía un depósito con toda la pólvora para los fuegos artificiales previstos para el día de los Juegos Florales de Agosto.
Así es que muchos habitantes cogieron los vasos de cristal que tenían en las manos (todavía no daban esos cutres de plástico) y comenzaron a aporrearlos silbando la famosa canción "Tarero tarero, tu padre fue torero", compuesta a imagen y semejanza de un antiguo rey cornudo.
Algunos más finolis cogían copas de champagne o cavasco (cava fabricado en el Goierri) y después de ensalivar el borde ce cristal pasaban sutílmente el dedo en movimiendo circular, produciendo una armonía de sonidos de alta frecuencia.
En fin, la cuestión era hacer ruido y si eso podía molestar a los Marqueses de Miraconcha, que como su nombre indica vivían en un castillo con vistas al mar fuera del perímetro urbano, pues mejor.
Esto, una vez reconstruida la ciudad y extendida según planos del famoso arquitecto Rafael Monegros de Azúa, se convirtió en un hecho consuetudinario repetido año tras año sin que nadie se acordara de lo que había sucedido en realidad.
No quiero extenderme más para no abrumar a mis lectores con mis conocimientos de historia apócrifa aunque ahora mismo no me haya quedado claro si fueron los vikingos o los franceses los creadores del sonido Made in Donostitown. Esto no son los tambores de Calanda.
Si desean saber otras curiosidades como por qué Darwin se basó en las marismas de Amara para su teoría de la evolución de especies o a quién se le ocurrió mover la isla de Santa Clara desde el Nervión hasta su posición actual, háganmelo saber.
1 comentario:
Benetan polita bertan idatzitakoa, bada internet-en tankerako beste helbide bat hau bezain umoretsu:
http://www.geocities.com/nineuhpe/
Bisita ezazue, merezi baitu.
Publicar un comentario