Y segundo, en el más puro sentido literal.
Más bien me voy a autodenominar "Antisuperhéroe". No penséis en novelas decimonónicas ni en quijotes cervantinos. Vedme más como un personaje de una teleserie norteamericana.

Ha dado la casualidad que hace pocos días que he vuelto a la ciudad del amor, que para mí sería Roma al revés pero que el resto de la humanidad ha acordado otorgarle a París tal condición.
¿Bonito el efecto "Soften" de la foto, no?. Pues lo hace mi Nokia 3200 sin ningún retoque.
Pues a París me fui con el cómic en 12 volúmenes de "Watchmen" en unos mini JPG, es decir unos escaneados a baja resolución, para ver con mi Nintendo DS, antes de ver la peli que ha dirigido Zack Snyder. Me las he arreglado para que una viñeta me entre en la pantalla, por lo que tengo que ir moviendo la página para leerla toda.
Ved en esta foto al pitufo Doctor Manhattan de los vigilantes tal como ha quedado en la peli y su radiación "natural". ¿Mola, no? Pero da un cierto asquete polar, no sé, cierto repelús. Y todo por un descuido al quedarse encerrado en una cámara de pruebas.


Casualmente, cerca de la Torre Infiel me encontré con la siguiente calle en París (se adjunta foto). Ya se sabe, "Un americano en París". Ahora me acuerdo de una peli de Woody Allen que me encanta, "Everyone says I love you" ("Todos dicen I love you") con escenas junto al Sena (no es un pareado). Pero esto es otra historia.
Por otra parte dejé programado mi VHS (dentro de unos años los jovenes lo confundirán con el VIH, ... al tiempo) para grabar unos capítulos de la serie "Héroes", que aunque me parece con menos enjundia que la magnífica "Perdidos" (Lost), no deja de tener su intríngulis. Por cierto, que estas dos series las veo en todo el caos de horarios televisivos, en plan masoca, sin adelantarme una temporada via internet.

Aquí vemos a Elle Bishop (Kristen Bell para los amigos de Mike Oldfield) echando tempestades con su mal genio habitual. Eso de ser mala-buena le da un punto. ¿No decían que a las mujeres les gustan los enfants terribles?

Lo que parece verdad es que para ser un señor rayo de azul ha de vestirse. "¡Toma, por no acordarte de mi cumpleaños, ja, ja!", parece decir.
Bueno, vamos al grano del ano.
¿Por qué lo de antisuperhéroe? Porque llevo una temporada en la que el que recibe las descargas soy yo.
No es broma. Me hablan de electricidad estática, de alfombras, etc. pero el caso es que mis tres viajes a París se han convertido en un infierno radioeléctrico.
Más que emitir descargas o rayos soy yo el que las recibe. De ahí que me sitúo en un punto intermedio en el que recibo las palizas de los buenos y los malos.
¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Con los botones del ascensor varias veces, con la máquina de zumos del buffet otra, con la barandilla de la sala Pleyel otra más ...
¿París, Ciudad de la luz? Ya se nota.

Pero el colmo es que últimamente también me sucede con los pomos de la puerta de mi casa, de la puerta del portal, etc. A lo mejor estoy recogiendo toda la energía del mundo y luego llego a ser como una especie de emperador Palpatine, con la cara a modo de uva pasa pero con muy mala leche. Ahí tenéis una imagen de sus malas influencias en el retorno del Yeti invernal:
¡Rayos y truenos!, me había olvidado de Tormenta de los X-Men. Esta vez sí que me quedo con su cambio de temperamento.

